Banco Sabadell y Comsa venden la termosolar de Les Borges Blanques
Banco Sabadell, Comsa y Avançsa (Empresa de Promoció i Localització Industrial de Catalunya) han llevado a cabo la venta de la planta termosolar de Les Borges Blanques al fondo Q-Energy, por más de 125 millones de euros incluyendo deuda.
La planta, la única central híbrida de energía termosolar y biomasa forestal de España y una de las primeras del mundo, estaba participada en un 47,5% por Comsa y en otro tanto por el Banco Sabadell. El 5% restante estaba en manos de Avançsa.
De esta forma, Q-Energy, que cuenta con una cartera de activos solares bajo gestión de 1.200 MW, unos 300 MW eólicos en repotenciación y 8.000 MW en nuevos desarrollos, se ha impuesto en un proceso competitivo que ha suscitado el interés tanto de compañías industriales españolas, caso de Ence, como de fondos nacionales e internacionales, como Plenium Partners, White Summit Capital o Exus.
La operación, que se ha formalizado al alcanzar múltiplos «muy atractivos» para los vendedores, permite a Sabadell salir del activo con jugosas plusvalías, además de contribuir a la refinanciación del grupo Comsa, del que también es acreedor junto con Santander, CaixaBank, BBVA, Unicaja y Bankinter.
Comsa continuará ligado a la planta de Les Borges, radicada en Lleida, por razones comerciales, ya que seguirá realizando labores de mantenimiento y de gestión de la biomasa forestal.
Por parte de los vendedores, ha actuado como asesor financiero Sabadell Corporate Finance y como asesor legal EY. El asesor técnico ha sido G-Advisory. De su lado, Q-Energy ha contado exclusivamente con la asesoría legal de Garrigues.
Banco Sabadell adquirió con criterios de reestructuración de deuda el 47,5% de la propiedad de la planta de Les Borges en 2018 a Abantia, socio original del proyecto junto a Comsa, por 11,8 millones de euros además de una quita de parte de la deuda, en lo que se interpretó también como una oportunidad de negocio.
Poco después, la planta sufrió dos incendios en las calderas de biomasa, lo que obligó a reponer y modernizar las instalaciones. Actualmente, su producción anual está entre una horquilla de 75.000 y los 98.000 MW/h, suficiente para suministrar energía a 33.000 hogares.
Una de las características que hacen única a esta planta es su capacidad de producir energía renovable de forma programable, gracias a la hibridación de la termosolar con la biomasa.
Q-Energy cerró el pasado 21 de julio su cuarto fondo, Q-Energy IV, con una capacidad de inversión de 1.100 millones de euros en capital, lo que le permitirá movilizar más de 5.000 millones de euros incluyendo deuda.
En el fondo participan inversores (principalmente ‘family offices’, compañías de seguros, fondos de pensiones y ‘endowments’ universitarios) procedentes de países de la Unión Europea, América, así como de Asia y Australia.
Así, la firma se centrará prioritariamente en el desarrollo de nuevas plantas renovables, la repotenciación y modernización de activos al final de su vida útil, así como en la optimización operativa y financiera de plantas de gran tamaño en países de la Unión Europea. Adicionalmente, el fondo acometerá otras inversiones ligadas a la transición ecológica relacionadas con el almacenamiento de energía, la gestión de redes, la producción de hidrógeno y los biocombustibles.
Q-Energy IV ya ha comenzado la inversión durante el proceso de comercialización. A fecha de su cierre, cerca del 60% del fondo se encuentra ya invertido en plantas renovables eólicas, solares fotovoltaicas o termosolares, situadas en Alemania, Polonia, Italia y España con una capacidad acumulada de más de 400 megavatios (MW), a los que suma una cartera de activos en desarrollo superior a los 8 gigavatios (GW). El equipo gestor prevé que el fondo esté totalmente invertido a finales del próximo año.
Q-Energy lleva invertidos desde su origen más de 8.500 millones de euros de capital en el sector.