La planta termosolar de Heineken España, situada en Sevilla y en la que participa Engie, ha recurrido al desbroce natural, con las ovejas como protagonistas, para mantener este espacio en las mejores condiciones de forma sostenible. Gracias a esta solución se evitan otras opciones agresivas con el medio ambiente, como el uso de productos fitosanitarios, que pueden contaminar los acuíferos.

Engie y Heineken han optado por esta solución natural para evitar que el crecimiento de la vegetación en el terreno en el que se encuentran los captadores solares que alimentan la planta genere sombras en los espejos, un factor que puede afectar directamente al rendimiento de la instalación. Además, la medida evita que se acumule materia vegetal seca -que incrementa el riesgo de incendio-, y facilita el acceso para las labores operativas y de mantenimiento.

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