El sector termosolar está muy ilusionado con el año 2022, por Gonzalo Martín

29 de diciembre de 2021

Acaba de termina el año que debiera haber marcado un hito en nuestra historia con la convocatoria de subastas para nuevas plantas termosolares, según se recogía en el calendario de subastas del propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sin embargo, en el mejor de los escenarios dichas subastas se anunciarán en el primer trimestre de 2022.

Podríamos extendernos mucho en analizar las causas del retraso: solucionar el contexto actual del precio mayorista de la electricidad ha absorbido muchos recursos del Ministerio, las dificultades del diseño de subasta para energías renovables gestionables, las limitaciones normativas que impone el Real Decreto 960/2020 que regula dichas subastas y que dificulta desarrollos de proyectos de biomasa que podrían subastarse conjuntamente con termosolar, etc.


Sin embargo, desde Protermosolar preferimos ser constructivos y centrarnos en qué contribuciones puede realizar nuestro sector durante el año 2022:
La primera y más importante es la celebración de las subastas termosolares. En este sentido, es clave que el diseño de la misma permita soluciones técnicas que maximicen el valor de la tecnología. Termosolar, como renovable plenamente confiable durante la noche, puede ejercer de carga base que disminuya las necesidades de combustibles fósiles y, por tanto, suponga ahorros para el sistema español tanto por la menor necesidad de instalaciones fósiles (un reciente estudio indicaba que España es el país con mayor sobrecapacidad fósil de Europa y que se pueden ahorrar más de €400M retirando capacidad no necesaria) como también porque el precio de la electricidad renovable sería el fijado en las subastas; independientemente de las oscilaciones del gas natural o de los costes de derechos de emisión de CO2.

En segundo lugar, y como medida extraordinaria este 2022 para las plantas en operación, el sector termosolar está dispuesto a que se limite el precio que recibe por sus ventas de energía en el mercado mayorista a un valor en torno a los 60 €/MWh. Considerando que los futuros eléctricos para 2022 rozan los 300 €/MWh, esta propuesta supone más de €1.000M de ahorro para el sistema, que pueden destinarse a consumidores vulnerables o a la industria.
En tercer lugar, es el momento de invertir en almacenamiento. Los fondos europeos de recuperación son una gran oportunidad para ello. España cuenta con varias instalaciones termosolares sin almacenamiento, pero que están preparadas para ello. Por tanto, con inversiones relativamente menores (instalar un par de tanques de sales, equipos auxiliares asociados y ampliando algo el campo solar) podemos duplicar la capacidad de almacenamiento de nuestras centrales, alcanzando el equivalente a 2 centrales nucleares de 8 h de duración a plena carga, pero 100% renovables. Incluso se puede ampliar el almacenamiento ya existente en alguna hora adicional con inversiones muy reducidas. Con ambas soluciones se obtiene energía de almacenamiento a precios de mercado mayorista normales.

Por último, el sector se ha ofrecido a participar en un sandbox por el cual sea Red Eléctrica, y no las centrales, quien decida cuándo se despacha la energía almacenada. De esta manera se pretende desplazar a las energías fósiles evitando que casen la demanda y fijen el precio. Es una solución muy fácil de implementar desde el punto de vista operativo.

El sector termosolar está muy ilusionado con el año 2022, como demuestra el crecimiento de nuestra asociación y la gran cantidad de acercamientos de empresas e inversores extranjeros. Esperemos que se satisfagan las expectativas.

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