Fotovoltaica, la tecnología que está empleando Iberdrola para «desconectar» termosolares

12 de julio de 2022

Es una de las interpretaciones posibles. La tesis sería esta: las grandes eléctricas que no tienen centrales termosolares pero sí ciclos combinados de gas (como Iberdrola) están promoviendo megaparques solares fotovoltaicos para que Red Eléctrica obligue a parar a las centrales termosolares. La sucesión de acontecimientos sería así: instalamos 500 megavatios de potencia fotovoltaica (megaparque) en un nudo al que también está conectado una termosolar; saturamos la red (sobre todo cuando más brilla el Sol, o sea, en primavera y verano); el operador (Red Eléctrica) se ve «obligado» a parar alguna central; RE no puede señalar a la fotovoltaica (porque tiene prioridad de despacho); mira entonces a otro lado, elige una termosolar (en vez de una de gas; las dos son gestionables); y la Iberdrola de turno mantiene operativo su megaparque y su ciclo combinado. Pleno en modo carambola.

Es una de las posibles interpretaciones al hecho incontestable de que Red Eléctrica está mandando parar en estos días de Sol y verano a las centrales termosolares. No es la única posible interpretación, desde luego, y puede que tampoco la más ajustada, pero está claro que recoge todas las claves de esta carambola (sea en todo caso el lector quien juzgue a la luz de lo que va a leer a continuación). Las centrales termosolares tienen enormes tanques de sales que acumulan el calor del día para liberarlo por la noche y generar electricidad con él entonces. La tecnología termosolar es una tecnología netamente española, que, desde hace ya más de cuarenta años, la Plataforma Solar de Almería, que es el centro público de I+D en termosolar más importante del mundo, evoluciona y está revolucionando. La PSA dio sus primeros pasos a principios de los ochenta, se convirtió muy pronto en motor de desarrollo de esta tecnología -en la Meca de la termosolar para científicos de todo el mundo-, y, más de cuarenta años después, sigue alumbrando tecnología punta e innovación disruptiva, soluciones que están mejorando las centrales termosolares de España (que es la primera potencia del mundo en capacidad termosolar instalada) y que sirven de referente para las centrales termosolares de todo el mundo.

Una de las soluciones disruptivas, una de esas que lo cambian todo en un momento dado, vio la luz en 2011. Gemasolar, una central termosolar sevillana, se convertía en un mes de julio como este en la primera instalación termosolar, primera en todo el mundo, capaz de generar electricidad durante las 24 horas del día.

Desde entonces centenares de megavatios termosolares han sido instalados en España, con sus correspondientes tanques de sales-almacenes de calor, y son capaces de producir electricidad solar… por la noche. La termosolar es pues una renovable gestionable, que puede producir a demanda, y no solo cuando brilla el astro rey.

¿Qué está pasando ahora? Pues que Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico nacional, está enviando consignas de parada a las centrales termosolares, mientras mantiene operativas las centrales de ciclo combinado que queman gas… y la asociación de la industria termosolar española, Protermosolar, ha lanzado la voz de alerta.

El discurso está muy claro: no puede ser que desenchufemos nosotros -vienen a decir-, no puede ser que estemos quemando gas -recalcan-, cuando en España en estos días si hay algo que sobra es el Sol y cuando en España, en estos días, si hay algo que está por las nubes es el gas, cuyos precios al final estamos pagando todos y están engordando a unos muy pocos (Iberdrola, Endesa y Naturgy tienen más de 15.000 megavatios de gas y ni uno de termosolar).

Si tanto el gas como la termosolar pueden ser almacenados, ¿por qué Red Eléctrica está ordenando parar a las termosolares y no a los ciclos combinados? La misma pregunta se hacía y se hace por cierto el coordinador técnico, responsable de I+D, de la Plataforma Solar de Almería, Eduardo Zarza, a quien entrevistamos en nuestra edición en papel de julio (que está a punto de ver la luz).

Sobre el impacto de la fotovoltaica y sus despachos priorizados, sobre el SÍ al gas y el NO a la termosolar de Red Eléctrica, y sobre las pérdidas a las que está conduciendo (con sus decisiones) el operador (RE) a las centrales termosolares (según Protermosolar, las órdenes de parada de RE han supuesto en un par de meses pérdidas superiores al 10% de la producción anual en algunas plantas)…

Sobre todo ello nos habla en el siguiente artículo David Trebolle, el recién nombrado nuevo secretario general de la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar).

Trebolle cuenta con 20 años de experiencia como ejecutivo en el sector energético en Londres, Bruselas y España. Durante su trayectoria profesional ha dirigido y gestionado equipos multidisciplinares en calidad de directivo de regulación técnica europea, redes inteligentes y aplicaciones avanzadas en el grupo de expertos de los DSOs europeos (Distribution System Operators, operadores de redes distribución) a través de las cuatro organizaciones europeas de la distribución de electricidad, Eurelectric, EDSO, Geode y Cedec, en representación de 2.700 compañías del sector.

En fin, probablemente una de las voces más cualificadas de todo el continente, una de las voces más autorizadas para abordar un asunto clave. A continuación, David Trebolle, secretario general de Protermosolar. ¿Título de su tribuna? «La estabilidad del sistema eléctrico: seguir usando fuentes fósiles o permitir que funcione la termosolar». Un texto sin desperdicio.

«El reto climático en el que nos hallamos inmersos requiere de medidas y una gran determinación para transitar hacia una sociedad neutra en carbono. Los compromisos adquiridos en la CoP 21 del acuerdo de París trazan el objetivo de limitar el calentamiento mundial por debajo de 2 grados centígrados, preferiblemente inferior a 1,5ºC, en comparación con los niveles preindustriales. España en su implementación y trasposición a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima planea su descarbonización de modo que el 74% de la generación de electricidad deba ser producida con energías renovables de cara al 2030.

Este objetivo de profunda penetración de energías renovables nos abre otros retos de integración y gestión en el sistema eléctrico. Una mayor presencia de energía renovable va a introducir en el sistema una mayor intermitencia, motivada fundamentalmente por la dependencia de los recursos primarios del Sol y viento. Por tanto, el almacenamiento y el aporte de nuevas formas de proporcionar firmeza y gestión a la producción se constituyen como elementos claves para maximizar la integración de las tecnologías de carácter renovable e intermitente.

En este sentido la tecnología termosolar juega un papel determinante ya que es posiblemente la única tecnología que actualmente es capaz de cumplir simultáneamente los siguientes aspectos:
ser renovable y por tanto no emisora de gases de efecto invernadero,

dar firmeza a la producción gracias a su capacidad de almacenamiento de larga duración,

conectarse de manera síncrona al sistema eléctrico, lo que redunda en grandes beneficios a la operación del sistema eléctrico para garantizar los equilibrios de generación y demanda,

llegar a producir más del 40% de las horas del año y con aún mayores almacenamientos hasta casi el 80% como en algunos proyectos fuera de España,

perspectivas de crecimiento en nuestro país, con abundancia de recurso solar y un desarrollo de proyecto de unos cuatro años,

y constituirse como la tecnología más eficiente en precio capaz de cumplir todas las características anteriores.

Actualmente, España cuenta con 50 plantas termosolares, distribuidas principalmente en la mitad sur de la Península Ibérica, con una potencia total instalada de 2.300 megavatios (MW) y una cobertura anual de la demanda nacional de aproximadamente 2%, en línea con la fracción que representan en el mix de generación eléctrico.

Esta producción se está viendo seriamente amenazada porque desde el año pasado se están produciendo limitaciones a la producción de estas tecnologías por falta de capacidad en la red de transporte. Situación que se ha agravado a niveles insostenibles en este año 2022, con restricciones que en un par de meses han supuesto pérdidas superiores al 10% de la producción anual en algunas plantas en ciertos nudos de Extremadura y Castilla-La Mancha.

Mientras se mantenga esta situación es posible que algunas plantas puedan ver comprometida su viabilidad financiera. De nada serviría una rentabilidad razonable garantizada por el Gobierno, si en la práctica las centrales no pueden exportar energía por limitaciones a la producción impuestas por Red Eléctrica, un hecho completamente ajeno a los propietarios de dichas centrales y sobre lo cual no pueden hacer nada.

La clave fundamental de esta situación nace en el concepto de la prioridad de acceso de las energías renovables y las reglas que determinan el orden de asignación empleado para resolver los problemas de capacidad en la red de transporte. Estas reglas apuntan a la tecnología termosolar como una de las primeras en ser desconectada del sistema, lo que supone un claro perjuicio, no solo a la tecnología termosolar sino al sistema eléctrico en su conjunto, al estar desconectando una tecnología renovable que aporta firmeza, no intermitencia y estabilidad para los equilibrios de generación y demanda.

La situación se agrava conforme se conecta mayor potencia fotovoltaica en los mismos nudos de acceso, aquellos situados en zonas soleadas, que van “desplazando” la energía síncrona termosolar, ya que fotovoltaica tiene una menor prioridad de despacho –es decir, se le imponen limitaciones más tarde- y, por tanto, conforme mayor potencia fotovoltaica haya en un nudo, menor hueco quedará para la exportación termosolar.

La prioridad de acceso y despacho es un derecho de los generadores amparado por la legislación de la Unión Europea en la primera década de este siglo (Directiva 2009/28/CE), ya que en aquel momento la promoción de renovables exigía de algún modo dar prioridad de despacho para promocionar la integración de las energías renovables frente a energías tradicionales como el gas o el carbón.

Este hecho, junto con sus respectivas actualizaciones normativas y los procedimientos de operación, están priorizando la desconexión de la tecnología termosolar al considerarse una tecnología gestionable y, por tanto, se podría llegar a entender que es factible desplazar su producción a otras horas del día, de modo que se podría creer que no les afecta una consigna de no generación.

Pero no. La realidad no es exactamente así, porque en verano, que es precisamente cuando ocurre esta situación, el sistema de almacenamiento de las centrales termosolares está completo, de modo que una limitación conlleva pérdidas de energía irrecuperables.

La situación se complica aún más cuando Red Eléctrica debe mantener ciertas fuentes fósiles en funcionamiento precisamente para garantizar sincronismo en la red, lo que en la práctica se traduce en seguir quemando gas natural a unos precios desorbitados, cuando las centrales termosolares –que no requieren de ningún combustible para funcionar-, están obligadas a parar con el sol brillando y sus sistemas de almacenamiento ya llenos para la noche. La planificación de la red de transporte se encuentra ante el reto de anticiparse a estos cuellos de botella y dimensionar la red para integrar toda la capacidad renovable sin que se produzcan estas limitaciones de producción con esta frecuencia tan elevada.

Por tanto, nos encontramos en una situación paradigmática donde una tecnología que ofrece prácticamente la misma estabilidad y aporte de valor al sistema eléctrico que el carbón o el gas, y a pesar sus precios actuales, se está viendo obligada a desconectarse del sistema eléctrico. ¿Podemos permitirnos este lujo?»

David Trebolle, secretario general de Protermosolar

Miguel

Indicarle a Julio Jaúregui que las renovables son prioritarias en el sistema eléctrico español desde 1998, es decir hace casi 25 años.
La denuncia es una denuncia al viento vacía de datos importantes, Se habla de que REE para una o varias termosolares por congestión en ciertos puntos de la red y que se deja centrales de ciclo combinado conectadas generando sin especificar ni a qué nudo o nudos están conectadas esas centrales que se dejan generando ni cuánto estaban generado las centrales de gas cuando mandaron parar a las termoeléctricas, que darían un enfoque real de la situación, no imaginario.
Por otra part,e indicar que las centrales de ciclo combinado pueden reducir de potencia pero no se paran del todo por cuestiones técnicas, entre otras cosas porque se las necesita para estabilizar la frecuencia y potencia de la red eléctrica. Sin ellas, en algunos puntos, la red se caería y habría un apagón. Gestionar una red eléctrica es mucho más compleja de lo que la gente se piensa.\r\n

Francisco

Lamentación no es solución Es preciso que actuemos. Que llenemos de críticas el buzon de REE y de la Ministra Teresa Ribera. Yo acabo de enviar el siguiente mensaje al buzon de contacto con el ciudadano de REE.

«Les escribo para mostrarle mi preocupación por la noticia aparecida hoy en la página web www.en rgias-renovables.com de acuerdo con la cual REE está ordenando parar centrales termosolares en lugar de centrales de gas para no saturar la red. Creo que esto no es admisible y que la planificación energética y el dimensionamiento de las redes de evacuación de energía debería llevar a un calendario razonado de cierre progresivo de las centrales de gas ….en lugar de seguir dando ordenes a los molinos de viento y centrales termosolares para que dejen de verter energía renovable a la red.



Francisco Navarro Ibáñez

FUENTE: www.energias-renovables.com

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