TSK cumple treinta años
TSK, especialista en proyectos «llave en mano», celebra hoy su trigésimo aniversario con la expectativa de culminar el ejercicio con unas ventas superiores a los 900 millones, el 21,6% más que en 2015, según avanzó su presidente, Sabino García Vallina. Su contratación nueva ascendió en los nueve primeros meses del año a 1.250 millones. La compañía cerrará 2016 con unos 1.000 empleados (la mitad de los cuales, 510, son ingenieros), una elevada implantación internacional (el 97% de su facturación procede del exterior, donde ejecuta proyectos en más de 35 países) y como la octava compañía asturiana con mayor cifra de negocio, según el último «ranking» empresarial asturiano que acaba de difundirse, elaborado con datos de 2015.
TSK surgió hace 30 años, en 1986, como resultado de la suma de las capacidades de la división de ingeniería eléctrica de la empresa gijonesa Erpo y del área de montajes eléctricos de su filial Ertank. Entonces daba ocupación a un centenar de empleados, de los que 15 eran ingenieros. En su primer ejercicio como sociedad anónima facturó el equivalente en pesetas a 4,8 millones de euros.
TSK cumple su trigésimo aniversario con cifras de récord. Hasta aquí ha llegado conducida por Sabino García Vallina, un ingeniero nacido en Siero que ha sabido rodearse de talento y un equipo de profesionales comprometidos con el proyecto.
Sabino García Vallina, fundador de TSK, el pasado mes de noviembre, recibiendo el Premio al Ingeniero del Año de 2016. / PABLO LORENZANA
En estos treinta años, el grupo asturiano se ha convertido en una de las mayores empresas de ingeniería y construcción industrial en España y en una de las compañías líderes en sectores como energía, manipulación de materiales o infraestructuras eléctricas, donde ejecuta proyectos complejos llave en mano como plantas termosolares, plantas híbridas solar-gas, ciclos combinados o infraestructuras eléctricas, añadiendo ahora, con la reciente adquisición de Intecsa, el sector del petróleo y gas.
TSK vio la luz en 1986 como resultado de la suma de la división de ingeniería eléctrica y de montajes eléctricos del Grupo Erpo, nacido en Bilbao en 1967 y cuya sede social fue trasladada después a Gijón. Erpo fue precursor en España de los proyectos industriales llave en mano y la primera ingeniería que cotizó en Bolsa. En 1995, la compañía asturiana adquiere la sociedad de origen alemán PHB Weserhütte. Con una dilatada experiencia de más de 70 años, esta firma es una ingeniería especializada en el diseño y suministro de instalaciones para el almacenamiento y manejo de minerales, capacitada para la realización de terminales portuarias, parques de almacenamiento y homogeneización de materias primas, sistemas de cintas transportadoras, así como instalaciones y equipamientos para la minería. Cuatro años después, en 1999, TSK inicia la actividad de medio ambiente, dirigida a la ejecución llave en mano de plantas de tratamiento de agua.
El año 2000 marca el inicio de la expansión del grupo, que apuesta por el capital asturiano adquiriendo el 16% de la sociedad cotizada Duro Felguera. Se convierte así en el máximo accionista de la compañía. Su apertura internacional da un paso decisivo en 2003 con la constitución de las primeras filiales internacionales en Marruecos y Venezuela, a las que siguieron las de Brasil, Chile y Nicaragua.
La actividad en el campo solar fotovoltaico comienza en el año 2005 y dos después inicia su aventura en el sector termosolar.
Llega el momento de la consolidación de TSK. Es el año 2007 y decide crecer adquiriendo las ingenierías Ingemas e Irelsa, que convierten a este grupo en una de las principales ingenierías a nivel nacional, destacando en los campos de la industria, el medio ambiente y las energías renovables. En ese mismo año se produce su salida del consejo de administración de Duro Felguera.
El grupo asturiano prosigue con sus planes de expansión. En 2010 su presencia se extiende hacia Oriente Medio y Asia con proyectos en Arabia Saudí, India y Bangladesh.
En 2013, TSK adquiere la ingeniería alemana Flagsol, compañía especializada en el sector termosolar. Flagsol, con sede en Colonia, es pionera en el diseño y construcción de este tipo de plantas y titular de desarrollos y tecnologías propias. Esta firma alemana ha ejecutado, por ejemplo, la primera planta híbrida del mundo que combina energía solar con un ciclo combinado a gas. La central de Kuraymat en Egipto tiene una potencia total de 150 megavatios, que se generan a partir de la hibridación de la radiación solar y el gas. La planta puede funcionar sin interrupción, con lo que el suministro de electricidad se produce las 24 horas al día, siete días a la semana. La primera instalación de este tipo en Egipto muestra que cada vez más países fuera de Europa apuestan por un suministro de energía sostenible. Gracias a sus niveles de radiación elevados, la región Mena (Mediterráneo y Norte de África) es idónea para las centrales termosolares y actualmente se está convirtiendo claramente en una zona de alto potencial para esta tecnología.
Con esta tecnología TSK se posiciona de una manera privilegiada para competir en los ambiciosos planes de energía solar anunciados en países como Arabia Saudí, donde se pretende construir 30.000 MW hasta el año 2030, o en Kuwait, Marruecos, Omán, Qatar, Emiratos Árabes entre otros, donde también están apostando decididamente por la energía solar.
En el 2015 se compra la compañía Omega con tecnología en el campo del refino de azúcar, consiguiendo en este año el primer contrato por un importe de 200 millones de dólares.
TSK no se conforma. Sigue creciendo. Este mismo año, en el mes de junio, compraba Intecsa Oil&Gas, una empresa con más de 50 años de experiencia en el sector del gas, negocio donde hasta entonces el grupo asturiano no tenía presencia debido a las complejas barreras de entrada existentes para acceder a los clientes petroleros y gasistas.
TSK es uno de esos grupos españoles que ha logrado hacerse un hueco sólido en el mercado y competir con grandes compañías multinacionales, pero más allá de las grandes ingenierías y empresas de construcción hay un reducido número de empresas que combinan tecnología propia, ingeniería y gestión de proyectos que sirven a muchos sectores de la industria y donde TSK se ha convertido en uno de los actores más destacados del panorama nacional.