Por fin se celebró la primera subasta de renovables en España. Como era previsible, el volumen total de los 3 GW se ha repartido entre 1 GW eólico y 2 GW fotovoltaicos, ya que en esta primera edición no había ningún requisito de almacenamiento o gestionabilidad ni cuotas reservadas para ello. El único criterio ha sido el precio ofertado por cada unida de energía. Sí es destacable la sobreoferta exhibida que multiplicaba por tres el volumen total subastado, lo cual es una señal inequívoca de la buena salud el sector y el entusiasmo con el que han acogido el nuevo régimen económico. En toda subasta, lo primero en lo que se fijan los medios es saber si se ha superado algún récord a la baja de precios, teniendo como referente la reciente subasta de Portugal de agosto de 2020 con un mínimo de 11,14 €/MWh. En el caso de España la adjudicación más baja han sido 14,89 €/MWh, un 33% superior. La diferencia se explica muy fácilmente. En Portugal, los adjudicatarios de las subastas no sólo se aseguraban una retribución a 15 años, sino un punto de acceso a la red eléctrica. Sin embargo, en España, la gestión de acceso y conexión es paralela e independiente del resultado de la subasta, además de contar con una vida regulatoria inferior, de 12 años. Por tanto, en Portugal los promotores podían tener un interés más allá de la vida regulatoria mientras que en España es únicamente otro esquema retributivo más, adicional a mercado o a un PPA privado. El precio ponderado fotovoltaico resultante de la subasta es de unos 24,5 €/MWh, significativamente por debajo del pool. Esto es una buena noticia para el consumidor y demuestra que uno de los objetivos el Gobierno se ha cumplido: no sólo descarbonizar el sistema, sino hacerlo bajando el coste el recibo (ya que la venta de energía bajo subasta únicamente tiene una exposición del 5% al precio del mercado, así que es bastante independiente del precio final de casación).

¿Y termosolar?

La adjudicación más alta no ha alcanzado los 30€/MWh, un 35% inferior a los futuros del pool. Obviamente termosolar no compite en esos rangos, y no hay que preocuparse. El mix energético es lo suficientemente amplio como para dar cabida (y retribuir) energía muy barata generada exclusivamente durante el día como para tecnologías que puedan actuar de respaldo de forma fiable y sin necesidad de combustibles fósiles. En este año 2021 se convocará una nueva subasta donde ya sí se reserve una cuota para termosolar de 200 MW como mínimo, y aquí veremos todos, las compañías, el sector y el gobierno, la salud de la tecnología, pudiendo cuantificar el interés termosolar real. Muchos informes y artículos científicos concluyen que el sistema más barato de almacenamiento es el térmico con plantas termosolares, más económico que fotovoltaica con baterías o incluso fotovoltaica y térmico. En unos meses será la hora de la verdad, la de materializar esas perspectivas y volver a ser un referente mundial.

Desde Protermosolar estaremos encantados de acompañaros y ayudaros en este apasionante reto.